domingo, 29 de mayo de 2011

En los aviones de guerra...

A lo largo de la historia, el hombre ha decorado sus armas para la guerra. Ejemplos los tenemos a miles; los carros de batalla egipcios; los Drakkar Vikingos, las armaduras de los samurais, las pinturas de los nativos americanos, los escudos de armas de los caballeros, etc... Los motivos de esto son diversos, desde personalizacion o identificación personal hasta motivos más sobrenaturales como protección contra el mal o ayuda divina para la batalla.



Durante el siglo XX esta tradición siguio en uno de los más letales inventos belicos que nacio en ese mismo siglo: el avion.



 Dibujado con diversos motivos; contenido sexual, ridiculizar al enemigo, talisman de buena suerte, grito de guerra; el arte del morro, es decir, el ilustrar los morros o laterales del aparato, consiguio con esto personalizar el aparato, destacandolo entre el resto,a aviones totalmente iguales a excepción del nº de serie.



 Esta personalización llego a tal punto que, sobre todo en los bombarderos de la 2ª guerra mundial; la mayoria de las tripulaciones y oficiales de la base se referian al aparato por el "nombre" y no por su codigo.




Aunque la historia recuerda especialmente a las grandes fortalezas volantes norteamericanas de la segunda guerra mundial.
 La verdad es que el Arte del morro empezo antes; las primeras ilustraciones datan de 1913, en un hidroavion de la marina italiana, concretamente una serpiente marina en el costado.



Tambien los alemanes durante la gran guerra fueron los pioneros, dibujando, dibujando una boca en el morro del aparato.
Sin embargo como he mencionado el la edad de oro del arte del morro fue durante la segunda guerra mundial.
Durante el conflicto, aquellos hombres expuestos constantemente a la muerte, contaron con el beneplacito de los mandos a la hora de pintar sus caros aviones.



 Esto, elevaba la moral de la tropa, adquiriendo muchas formas, historietas, gritos de guerra, nombres, y como no, el eterno Pin Up, ligero de ropa. Muchos aviones eran bautizados con nombres femeninos como “La Bella de Detroit” o “La muñequita de Texas”. La ornamentación iba también en consonancia; chicas con un mínimo disfraz de cowboy, en bañador o directamente sin ropa solían adornar la parte delantera de las fortalezas volantes B-29.


Los dibujos no eran fruto de improvisación sino que requerían, además de inspiración, conocimiento de los materiales a emplear y una buena técnica.
Las tripulaciones buscaban a los mejores dibujantes de entre los soldados de la base, los cuales cobraban según su cotización.



Pero las inquietudes artísticas de estos hombres hallaron un serio obstáculo cuando varios de estos aviones fueron trasladados a Estados Unidos para ser reparados; la existencia de esos provocadores dibujos llegó a conocimiento de varios grupos religiosos, que pusieron el grito en el cielo al considerarlos indecentes. (curiosamente, parece ser que un avion bombardee a personas inocentes entra dentro de su moralidad, y decorar tal avion es de mal gusto).


 El mando de las Fuerzas Aéreas no quiso tener problemas con estos grupos y cursó la orden de que se borrasen los atrevidos dibujos de los aviones.



Por fortuna para los artistas y las tripulaciones, la consigna no fue tenida en cuenta por los responsables de las bases aéreas y los aviones por algún tiempo, siguieron luciendo los atrevidos motivos en los fuselajes.




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